Fue una entrada paulatina. Me cuesta precisar en qué año o momento esta tendencia apareció para irse abriendo espacio de a poco en nuestra cotidianidad, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Lo cierto, es que la movida saludable o fit cada día se adentra más en todos los ámbitos de nuestras vidas.
Al menos en la mía, y eso que no soy una persona que lleve una dieta ni un estilo de vida muy saludable. Sin embargo, desde hace ya varios meses lo primero que pruebo - todavía en ayunas- es un té de agua tibia con jengibre, vinagre de manzana y canela. Y lo último que consumo antes de dormir, es una taza con bicarbonato y limón.
De un tiempo para acá abro mi alacena y encuentro especies que antes nunca acostumbraba a comprar como: cúrcuma, cardamomo y pimienta de cayena; ya en mi despensa no solo tengo la típica harina de trigo o de maíz para las arepas, sino hay de soya, de arroz y hasta de quinua.
Nuestro vocabulario gastronómico se ha ampliado con términos que antes no eran comunes como: edamame, flor de Jamaica, moringa, linaza, ginseng, espirulina, stevia, acaí, agave, amaranto, maca, kale, entre otros muchos.
El yogurt ahora es griego, el arroz, salvaje, parbolizado, de jazmín, basmatt o integral; la sal es marina, rosada del Himalaya o negra de Hawai. La leche es descremada, deslactosada, de almendras, de arroz o de soya. Las semillas ya no solo las plantamos, ahora nos comemos las de girasol, chía y calabaza. El pan es de centeno, sietegranos, integral o de avena. Y ni hablar de los tés que ahora los hay de todos los colores: verde, blanco, azul, negro y hasta rojo.
Los suplementos vitamínicos también han evolucionado. A la tradicional vitamina C que tomábamos para evitar la gripa o el clásico Centrum, se le han sumado una larga lista de productos que ahora se recomiendan para mejorar el metabolismo ejercitarse o perder grasa como el Omega 3, la Biotina, la L Carnitina, el CLA, y la proteína en polvo y barras saborizadas.
Cada vez son más los alimentos que vienen etiquetados gluten free, sugar free, trans fat free, wheat free, lactose free para indicar que están libres de esto o de lo otro. Es cierto que cada uno consume y compra lo que quiere, pero siento que antes mercar y decidir qué alimentos llevar a casa era un acto más sencillo o al menos más libre de dudas. Se supone que esta tendencia fitness nos encamina hacia una vida más natural, pero ¿será que sí?.